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Empoderamiento y resiliencia: aprendizajes trabajando con mujeres emprendedoras y excombatientes

  • Wendy Arboleda
  • 26 mar
  • 3 Min. de lectura

A lo largo de los últimos años, he tenido el privilegio de diseñar e implementar programas de fortalecimiento empresarial para mujeres en diferentes contextos, desde empresarias consolidadas hasta mujeres en proceso de reinserción social, como firmantes del Acuerdo de Paz en Colombia. Cada experiencia ha traído aprendizajes valiosos sobre liderazgo, inclusión y transformación social. Este blog recoge algunos de los principales aprendizajes obtenidos al trabajar con estas poblaciones y cómo el emprendimiento se convierte en una herramienta poderosa para el empoderamiento y la construcción de comunidad.


Las mujeres emprendedoras: liderazgo, visibilidad y comunidad

Trabajar con mujeres emprendedoras de diferentes sectores y niveles de desarrollo empresarial ha evidenciado que el acceso a redes de apoyo, formación y financiamiento es clave para su crecimiento. En programas como Emprender Mujer Digital y otros espacios de formación, hemos visto cómo fortalecer su liderazgo, su marca personal y su estrategia comercial no solo impulsa sus negocios, sino que las convierte en referentes dentro de sus comunidades.


Un aspecto fundamental en estos procesos ha sido la creación de comunidades de apoyo entre emprendedoras. Las conexiones que se generan en estos espacios no solo permiten compartir conocimientos y recursos, sino que fomentan la sororidad y la colaboración. Mujeres que al inicio del programa no se conocían, terminan aliándose para crecer juntas, desarrollando productos en conjunto o accediendo a nuevos mercados gracias a sus redes de contacto.

Además, la visibilidad juega un papel clave. Brindar espacios donde estas mujeres puedan contar sus historias, participar en eventos y acceder a medios de comunicación les permite posicionarse y romper barreras históricas que han limitado su crecimiento en el mundo empresarial. En este sentido, incluir mentorías con expertas y expertos en diversas áreas ha sido una estrategia efectiva para su desarrollo.


Mujeres excombatientes: emprendimiento como camino hacia la reinserción social

El trabajo con mujeres firmantes del Acuerdo de Paz ha sido una experiencia profundamente transformadora. Estas mujeres han enfrentado enormes desafíos al dejar la vida en la guerra y tratar de reconstruir sus proyectos de vida en entornos muchas veces adversos. Con bajos niveles educativos y dificultades para acceder a mercados, han encontrado en el emprendimiento una vía para su independencia económica y su integración en la sociedad.

Uno de los principales retos al diseñar programas para esta población ha sido la adaptación de los contenidos y metodologías. Es fundamental desarrollar estrategias pedagógicas accesibles, que tengan en cuenta las barreras tecnológicas y educativas. Incorporar formación en habilidades digitales básicas, finanzas personales y modelos de negocio adaptados a sus realidades ha sido clave para su progreso.


También es importante reconocer que estas mujeres no solo necesitan formación empresarial, sino también espacios de apoyo emocional y liderazgo. A través de talleres de empoderamiento y construcción de confianza, hemos visto cómo el reconocimiento de sus propias historias de vida se convierte en una herramienta poderosa para su crecimiento. La sororidad y la creación de comunidad juegan un papel determinante en su proceso de reintegración, permitiéndoles apoyarse mutuamente y fortalecer su sentido de pertenencia en la sociedad civil.


Aprendizajes clave de trabajar con estas poblaciones

  1. Adaptar la formación a sus contextos: No todas las mujeres emprendedoras enfrentan las mismas barreras. Diseñar programas específicos para cada grupo, considerando su acceso a recursos y nivel de formación, es clave para garantizar el éxito de los procesos de aprendizaje.

  2. Fortalecer el liderazgo y la visibilidad: Más allá del conocimiento técnico, las mujeres necesitan espacios donde puedan reconocerse como líderes y referentes dentro de sus comunidades. La mentoría y la exposición mediática son herramientas fundamentales.

  3. Crear comunidades de apoyo: Ya sea a través de redes de emprendedoras o espacios de acompañamiento para excombatientes, la conexión con otras mujeres en situaciones similares fortalece su confianza y aumenta sus oportunidades de crecimiento.

  4. Incluir enfoques de género y sororidad: Es fundamental reconocer las barreras adicionales que enfrentan las mujeres en el mundo empresarial y en la reinserción social. Diseñar estrategias con perspectiva de género permite generar mayores impactos a largo plazo.

  5. Facilitar acceso a financiamiento y mercados: Muchas mujeres, especialmente excombatientes y aquellas en zonas rurales, tienen dificultades para acceder a capital semilla o a clientes potenciales. Diseñar estrategias de acceso a crédito y canales de comercialización es crucial.


Conclusión

Trabajar con mujeres emprendedoras y excombatientes ha sido un proceso de aprendizaje constante, donde el emprendimiento se consolida como una herramienta de transformación personal y colectiva. La clave está en diseñar programas que no solo les brinden conocimientos técnicos, sino que también les permitan reconocerse como agentes de cambio dentro de sus comunidades.

Desde la visibilización hasta la construcción de redes de apoyo, cada paso cuenta en la construcción de un ecosistema empresarial más inclusivo, resiliente y sostenible para las mujeres en Colombia. El camino sigue y cada historia de éxito refuerza la importancia de seguir apostando por estas iniciativas.




 
 
 

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